¿Pero cómo podría yo ni siquiera
plantearme el hecho de dejar escapar el año 2014 sin hablar de
Unamuno y su más famosa nivola Niebla,
en el año de su centenario? ¿Cómo podría ocurrírseme semejante
disparate, siendo esa nivola todo libro que yo quería escribir
cuando hice mis primeras incursiones en el mundo de la narrativa,
siendo uno de los pocos que he leído tres o cuatro veces (o más) y
después de tanta relectura la única decepción que tuve no estaba
del lado del autor sino del mío propio, al descubrir no ya que
Unamuno me estaba robando las ideas, sino que yo mismo obedecía a
pie juntillas el dicho popular "culo veo culo quiero" al
pergeñar una especie de novela que nunca seré capaz de escribir y
que era un refrito inconsciente de Onetti y el ya citado don Miguel?
Pues del modo en
que a continuación vais a descubrir.
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Kurt Vonnegut (1922-2007) a lo Gabriel García Márquez |
Resulta
que en todo este largo tiempo que he estado sin publicar he leído
algunos libros, y por supuesto unos me han gustado más que otros y
cada vez que terminaba uno pensaba "joder, debería escribir
algo y publicarlo". Bueno, recuerdo que este verano leí, entre
otros, un libro de Francisco Ayala que reunía los relatos que
aparecieron en su día publicados en tres libros distintos: Historia
de macacos, El as de
bastos y De raptos,
violaciones y demás inconveniencias. Recuerdo
que leí con entusiasmo y algo de tedio el primero, y que corroboré
el dicho tedio cuando las historias de los otros dos me hacían
desencajar las mandíbulas a cada instante. Me pareció especialmente
sorprendente y divertido el cuento que cierra el libro, intitulado
"Un pez".
También
he leído los Crímenes ejemplares de
Max Aub (¡a estas alturas!), y me ha parecido genial (vaya mierda de
críticas estoy haciendo hoy, pero bueno perdonadme que se me ha ido
debilitando la devoción por el oficio).
Y he
leído también otras cosas, he vuelto a retomar el gusto por la
poesía. He leído también a Bukowski y me ha influenciado
terriblemente potenciando con denuedo un marcado alcoholismo que por
suerte empezó a arredrar cuando terminé de leer la última página
(Notas de un viejo indecente).
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La edición que me prestó mi amigo |
Pero
ahora, y por eso no voy a hablar finalmente de la nivola de Unamuno,
por más que el año de su centenario esté a punto de pasar a la
historia, ahora he leído un libro de un autor que era completamente
desconocido para mí en el momento que me lo prestaron: Kurt
Vonnegut. Y me ha dejado fascinado, por varios motivos que intentaré
explicar a continuación. La novela se llama Cuna de gato
en castellano y Cat's
cradle en versión original, y
es de principios de los años sesenta. Por lo visto cat's
cradle es el nombre que tiene en
inglés el juego ese que hacía mi abuela con un pedazo de lana que
se iba enredando en los dedos, y luego metiendo los índices o
haciendo otros movimientos que no recuerdo, el dibujo que los hilos
recreaban al cruzarse entre sí cambiaba de manera mágica.
Esta novela se basa
en hechos históricos reales y estremecedores, tal como lo es la
invención de la bomba atómica. Pero sólo se basa, porque a partir
de ahí, aunque yo no soy un gran entendido en la historia de la
fusión nuclear, el relato de Vonnegut va hacia otros derroteros que
acaban por dar en algo que podríamos denominar, sin faltar a la
verdad ni exagerar lo más mínimo, ciencia ficción.
Digamos que el
narrador es el propio protagonista de la historia, pero esto no está
muy claro hasta prácticamente el final de la novela, y aún así,
después de haberla leído, no estoy seguro del todo de quién es el
protagonista. Bueno, digamos que el narrador es un escritor que está
pensando escribir un libro sobre la vida del doctor Felix Hoenikker,
o mejor dicho, sobre el día en que la bomba estalló en Japón,
desde la perspectiva del citado doctor, que en esta novela es uno de
los padres creadores de la bomba atómica, un genio maravilloso para
la ciencia y un padre, marido y ser humano horrible en todos los
demás aspectos de su vida.
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Edición en español con portada tronchante |
Entonces el
narrador escribe una carta a uno de los hijos del científico
preguntándole por cómo vivieron en su casa el día de la atrocidad
nuclear en Hiroshima. El chico no recuerda mucho porque era bastante
pequeño, pero recuerda que ese día fue la primera y última vez en
toda la vida que su padre se dignó a intentar jugar con él haciendo
cunitas "de gato" con los dedos e hilo.
A
partir de ahí la historia se desarrolla básicamente en torno a la
investigación que hace el narrador para escribir su supuesto libro
sobre el día de la explosión nuclear, intercalando siempre
pensamientos y fragmentos del libro sagrado de una religión que
ahora practica él mismo (pero antes no) y que se llama bokononismo. Esta
religión, a mi entender, es una especie de escepticismo edulcorado
con trazos de jipismo-orientalismo incipiente: prácticas rituales de contacto
físico y conceptos muy abiertos sobre el amor y otros sentimientos
hacia el prójimo tomados desde un punto vista muy abierto, bondadoso y algo nihilista. Por poner un ejemplo, la primera frase de los libros de Bokonon dice así: "Todas las
cosas verdaderas que voy a contarte son mentiras descaradas".
Y he aquí otra cita de los libros sagrados del bokononismo que me ha marcado especialmente:
"Cuídate del hombre que trabaja duro para aprender algo, lo
aprende, y se encuentra con que no es más sabio que antes".
Y ya con esto lo dejo
aquí porque no tengo más que decir. Creo que no tiene desperdicio.
Me alegra leerte de nuevo, aquí uno que necesita el spam para acordarse de entrar a la bitácora.
ResponderEliminarSólo un apunte: la bomba atómica funciona mediante fisión nuclear bombardeando átomos pesados con neutrones (al igual que los reactores de las centrales), no por fusión. La fusión es la energía limpia y virtualmente infinita que la humanidad lleva buscando siglos pero aún no termina de despegar.
Espero verte esta navidad, pelagras.
¡Gracias por el apunte! Aunque la verdad que no me termino de imaginar cómo se bombardea un átomo a base de neutrones, claro que para ello debería saber primero qué aspecto tiene un átomo pesado y cómo es un neutrón. Por cierto, digo yo que si sirve para hacer explotar la bomba, tan neutral no será.
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