TRILOGÍA EN TRES PARTES III

Parte 3 y última.

Llegué a casa a las tres, cambié la hora a las dos y cuando terminé de hacerlo, miré al frente y estaba otra vez fuera.

Por ejemplo.

O llegué a publicar esta mierda a las tres, y ya estaba publicado por mí desde las dos que habían sido las tres una hora antes de estas tres.

O qué más da y qué mierdas nos importa.

O será que el tiempo no existe en las máquinas, ni siquiera en los astros, sino solamente en nosotros, como parte sustancial, en el pulso de nuestra sangre.

O no lo sé, la verdad, no lo sé.

El tiem

po y nosotros

hablando como primates.

TRILOGÍA EN TRES PARTES II

Parte 2. Rendición de la hora


Y en tales circunstancias se me ocurre componer esta aburrida trilogía que se completa con un libro extraño que llegó a mis manos por el azar más absoluto. Un día empezó a llover, y yo salí a la puerta de la calle a comprobar con qué intensidad estaba derramándose el agua sobre nosotros, así que extendí el brazo con la palma de la mano hacia arriba, como Augusto Pérez, y en lugar de lluvia me cayó este libro. Tiene la portada rosa tirando a color carne y no hay título ni nombre del autor, sólo hay impreso una especie de círculo temporal o reloj de sol. La contraportada es completamente blanca, sin nada. Y sólo si uno mira el canto puede conocer el título del libro: Rendición de la hora. Consta de tres partes, y ya no diré nada más sobre él. Es de un artista que se llama Isidoro Valcárcel y si no recuerdo mal, creo que me documenté algo sobre él y descubrí que el libro formaba parte de una obra más extensa del artista, una especie de concentración de ideas y obras que formaban el grueso de una de las etapas de la producción artística de este hombre.
Como yo no tengo mucha idea de la obra de Isidoro Valcárcel Medina, ni del lugar que este libro ocupa dentro de ella, me he limitado a leerlo. Y me sorprendió muy gratamente. Fue una lectura agradable y profunda en muchos momentos, más somera en otros. No me importaba perderme algo si no le prestaba mucha atención porque sabía que cada poco tiempo leía una frase o un pequeño párrafo que me hablaban directamente como hace mucho tiempo que no sentía que me hablaba una frase o un párrafo pequeño. Por ello, debería haber vuelto a leerlo para escribir una reseña como dios manda y publicarla el próximo sábado a las tres o las dos de la madrugada, pero como ya dije antes, estoy leyendo a Vila-Matas y a Proust, y esto ya es demasiado: seguramente no podré volver a leer nada en unos cuantos años. Por ello, en lugar de releer Rendición de la hora y reseñarlo como es debido el sábado a las tres o las dos de la madrugada, voy a hacerle un homenaje como es debido el sábado a las tres o las dos de la madrugada: una lectura de su obra: la tercera parte de esta trilogía.

TRILOGÍA EN TRES PARTES

Parte 1. Exploradores del abismo


Hola a todos. Esta vez vamos a explorar el abismo, porque acabo de empezar a leer Exploradores del abismo de Vila-Matas, porque todo el mundo ahora lee a Vila-Matas y Vila-Matas a la fuerza es un buen escritor, así que habrá que leerlo. Y he leído tan solo dos cuentos por el momento. El primero, de unas diez páginas, que podría servir perfectamente de prólogo, en donde se nos explica algo sobre la sensación de acabar de escribir un libro de cuentos y en donde además se explica la procedencia del título del libro, bastante sugerente a mi gusto, sobre todo puesto encima de la maravillosa ilustración sobre fondo morado de la edición de Anagrama. "Martinique"1, 1 de enero de 1972, foto © André Kertész. Así reza en el propio libro, aunque no sé muy bien si el ilustrador es André Kertész o si el copyright de la foto es del hombre citado y la ilustración de alguien anónimo, o de él mismo, no lo puedo saber, al igual que no entiendo lo de la fecha: ¿es la fecha del dibujo? ¿es la fecha de la foto? ¿es la fecha del copyright de la foto del dibujo? ¿A cuántos millones de abismos cerebrales se encuentra la mano del artista de esta indicación sobre la procedencia de la obra?
Y el segundo, de una sola página, un párrafo, que va de Kafka. Además he empezado a leer también a Proust, porque claro, no he leído nunca a Proust, y a Proust habrá que leerlo. Busqué en la biblioteca el tiempo perdido y me pareció que eran demasiados tomas, que mi estómago podría acabar resentido de un banquete semejante. Así que me conformé con una edición de tres cuentos hecha por Mestral Libros, en la que antologan diferentes producciones textuales de Marcel. Tres relatos criminales se titula el libro y he leído sólo el primero de los tres, que va de un hombre huérfano que recibe la carta de un conocido y luego más tarde lee casualmente en el periódico una noticia en la sección de sucesos en donde se habla de ese conocido suyo autor de la carta, y se dice que mató a su padre o a su madre o a los dos, y nos habla de Áyax y de Edipo...

1Conste que sé que según la normativa de la RAE las comillas adecuadas no serían estas ", sino esas otras que van en pico, y que no están arriba, sino a la alura de una vocal. Comillas francesas, me parece que son. Pero lo cierto es que para poner esas comillas (las correctas, las francesas) con mi ordenador es necesario darle a insertar símbolo especial, o algo parecido, y no es algo tan simple como estas ", que basta con darle a la mayúscula y a la tecla 2. Y cierto es también que había un procedimiento para conseguir que el propio ordenador recordara siempre que las comillas correctas, las francesas, son las que tiene que taquigrafiar cuando le damos a la mayúscula y a la tecla 2. Y conseguí hacerlo una vez, lo juro, y viví un tiempo en un mundo maravilloso y colorido donde cantaban los pájaros y crecían las flores porque mi ordenador sabía, al igual que yo, cuáles eran las comillas correctas, las francesas. Pero un día lo olvidó. Y yo no supe volver a enseñárselo. Ahora, por simple comodidad, y aunque no estoy seguro de seguir haciéndolo en un futuro, utilizaré las comillas incorrectas, las británicas.